Jamás nada externo a ti mismo te ha curado de nada ni te ha sanado en ninguno de los sentidos.
Como mucho, "te han ayudado de forma puntual", tal cual ayudamos a alguien a salir de un pozo.
Y si. Esas ayudas pueden salvar la vida, aunque no te salvarán de forma alguna de ti mismo.
En temas de salud, física o mental, lo único que sirve es el acercamiento a nosotros mismos en umbrales hasta ahora cedidos a cualquier autoridad.
Hasta ahora desconocidos, pues somos hijos de la ignorancia investida de cultura general.
Las posibilidades del Ser Humano son todavía impensables para el proyecto de ser humano que todavía somos, por el momento abducidos desde consignas basadas en el más oneroso de los abandonos.
Perdidos, entre sistemas de creencias caducos que la conciencia está tratando de revisar, con tanta urgencia como profunda es nuestra desconexión de la realidad.
Separados, mientras nos atrincheramos para expresar la realidad oculta hasta el momento a nuestros ojos.
Codificados, en una situación que evidencia cada vez más nuestra similitud con las sardinas en lata.
Encerrados, en un planeta experimental virtualmente separado del resto del universo, como símbolo fractal de nuestra precaria condición existencial.
Las metáforas que se despliegan ante nosotros contienen la clave de nuestras necesidades más latentes, a la vez que tienden a expresar la sombra en la luz.
La sombra, en la luz.
“Jamás nada externo a ti mismo te ha curado de nada ni te ha sanado en ninguno de los sentidos”.
José Vaso
Comentarios
Publicar un comentario