Un joven de la tribu se acerca al jefe anciano y le dice:
- No participare mas en el grupo
El anciano respondió:
- Pero, ¿por que?
El joven respondió:
- Veo a mi hermana que habla mal de otra; un grupito que vive hablando y no apoya, personas que durante la danza pareciera que tratan de lucirse en lugar de mirar el árbol y tantas otras cosas malas que veo.
El anciano le responde:
- Muy bien, pero antes de irte, quiero que me hagas un favor:
Toma un vaso lleno de agua y da tres vueltas por el circulo sin derramar una gota de agua en el suelo. Después de eso, puedes salir del grupo.
Y el joven pensó; ¡Muy fácil!
Y dio las tres vueltas con el vaso de agua como le pidió el anciano
Cuando termino dijo: Listo.
Y el anciano le pregunto:
- Cuando estabas dando vueltas, ¿viste a algún hermano hablar mal de otro?
La respuesta fue: - No.
¿Viste a los danzantes quejarse entre si? - No.
¿Viste a alguien que no estuviera apoyando? - No.
Le pregunto. - ¿Sabes por que? - Porque estabas concentrado en el vaso para no tirar el agua.
Lo mismo que sucede en nuestro grupo ocurre en la vida.
Cuando nuestro enfoque sea en nuestros pasos, nuestra oración y nuestra evolución, no tendremos tiempo de ver los errores de los demás.
Quien sale de un circulo por causa de otros, en realidad nunca entro a danzar, a sanar, a orar o ayudar a la humanidad.
Quien se fija en los demás, nunca entro con el fin de honrar a sus ancestros, nunca entro para su propia evolución, de encontrar en la danza su verdadero espíritu, de servir a la
comunidad.
EL ÁRBOL DE LA VIDA Y SUS 10 DIMENSIONES ¿Qué es el Árbol de la Vida? Es un mapa de la conciencia. Una meta-fórmula que representa el Ser de Dios, del Universo y del Hombre. Representa cómo, desde el Ser vacío e Inmanifestado, la Esencia Divina, que es Una e Infinita, emana de sí misma en una serie de pasos la manifestación del Universo, el cual desde nuestra percepción se presenta como múltiple, finito, lleno de cosas y seres. Conformándose a Sí Mismo, Dios crea y da forma a todo lo que existe: el Universo y el Hombre. Por eso decimos que el Árbol de la Vida es un símbolo omniabarcante. Una de las divisiones fundamentales del Árbol de la Vida, es el sistema de las tres columnas. Las Sefirot siempre actúan en conjuntos de tres. Por supuesto que hay Sefirot que forman pares complementarios polarizados entre sí, pero dos Sefirot laterales siempre se equilibran mediante una tercera en el pilar del medio. Siempre hay un tercer término, punto central que será la síntesis. El pilar
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