Si no te ayudas a ti mismo… no puedes ayudar a los demás. Si no estás en paz contigo… no puedes ver la paz en tu entorno. Si no te amas a ti mismo… no sentirás el amor que otros te profesan. Si no te conoces a ti mismo… nadie podrá conocer todo lo que hay en ti. Si no desarrollas tus dones innatos y el poder que hay en ti… nadie hará lo que a ti te corresponde por orden divino desplegar en este plano. En conclusión… si de veras quieres vivir otra realidad… si es tu deseo profundo vivir en otro mundo… si quieres ver otra humanidad… más sana, pura, genuina y dichosa… es hora de empezar a hacer cosas por ti. Tan solo eso es lo que Dios te pide… no como imposición… sino como un deseoso contemplador amoroso. Para eso te ha creado… para eso estás en su Universo… el tuyo… el de todos.
Extracto de la segunda parte del libro "Ignacio Rivas y sus Mensajes de Dios"
EL ÁRBOL DE LA VIDA Y SUS 10 DIMENSIONES ¿Qué es el Árbol de la Vida? Es un mapa de la conciencia. Una meta-fórmula que representa el Ser de Dios, del Universo y del Hombre. Representa cómo, desde el Ser vacío e Inmanifestado, la Esencia Divina, que es Una e Infinita, emana de sí misma en una serie de pasos la manifestación del Universo, el cual desde nuestra percepción se presenta como múltiple, finito, lleno de cosas y seres. Conformándose a Sí Mismo, Dios crea y da forma a todo lo que existe: el Universo y el Hombre. Por eso decimos que el Árbol de la Vida es un símbolo omniabarcante. Una de las divisiones fundamentales del Árbol de la Vida, es el sistema de las tres columnas. Las Sefirot siempre actúan en conjuntos de tres. Por supuesto que hay Sefirot que forman pares complementarios polarizados entre sí, pero dos Sefirot laterales siempre se equilibran mediante una tercera en el pilar del medio. Siempre hay un tercer término, punto central que será la síntesis. El pilar
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